La policía de las redes sociales
La policía de las redes sociales
Me ha llamado la atención un caso que he visto en twitter, que al parecer ha despertado una ola de descalificaciones sin mayor fundamento. Me refiero a la persona que por whattsap le dice a una venezolana que no arrienda su depto a extranjeros.
Inmediatamente ha sido tachada de xenófoba y racista. Simplemente porque no quería arrendar a extranjeros su propio departamento que quizás es su única propiedad. Y eso que no respondió de mala manera.
Quizás la persona viene saliendo de un costoso juicio para recuperar su propiedad, quizás la acaba de renovar, o simplemente quiere tomar todos los resguardos posibles para su inversión.
Bajo ese prisma automático de “no arrienda a extranjeros”, cualquiera que haya tenido depto en viña para arrendar en verano, entonces seria automáticamente un racista, porque en grl uno siempre evita arrendar a extranjeros, por la simple razón de que a veces se meten más de una docena en el depto. y lo destrozan, sin tener el propietario como exigir indemnizaciones (hay gente que tampoco lo hace a grupos de jóvenes, santiaguinos, arriendo por empresas, etc).
Incluso en stgo hay muchos que no arriendan a extranjeros (o al menos a quienes no tienen residencia definitiva) simplemente porque en esos casos es aún más difícil desalojarlos en caso necesario (desalojar un mal arrendatario chileno es muy difícil, alguien que ni siquiera tiene un estatus legal definido es peor). Otros cobran mucho más por la misma diferencia en riesgo legal.
Para que decir de las malas experiencias como vecinos, lamentablemente muchas veces extranjeros, por comodidad o ahorro, arriendan en gran número una propiedad, lo que muchas veces implica problemas para la comunidad (mayor uso de agua, ascensores, costumbres diferentes, etc), por supuesto esto también puede pasar con chilenos, pero la probabilidad es mucho mayor en foráneos por razones lógicas.
No se trata de un tema racial, o xenofóbico, sino simple practicidad. Mismo caso puede ser frente a estudiantes, o algunos que no arriendan a hombres divorciados. El tomar decisiones por malas experiencias o solo precaución es un derecho de todo propietario.
De hecho, hoy en día, lo común al arrendar es cumplir con una serie de requisitos legales y administrativos (liquidaciones de sueldo, contrato de trabajo indefinido, antigüedad laboral, cuenta corriente, dicom, certificado de antecedentes, etc). Por lógica, la mayoría de los extranjeros no cumplen con estos requisitos y por lo tanto no califican para arrendar según los canones del arrendador, pero es lo mismo para chilenos que tampoco cumplan con los requisitos.
Muy diferente si alguien dijera: “no arriendo a negros porque los odio” o “no arriendo a gays porque me parecen asquerosos”, ambas premisas absolutamente primitivas y estúpidas. Aun así, probablemente sería legal (aunque no ético), ya que es su predicamento como propietario (discutible según por ejemplo ley zamudio).
La xenofobia y el racismo, tal como cualquier clase de discriminación per se frente a cualquier minoría es algo feo. Pero, ojo, no emitamos juicios a la ligera sin saber el panorama completo.
Discriminar a extranjeros, solo por ser extranjeros, en temas que son parte de sus legítimos derechos como seres humanos, es una estupidez y de hecho un delito (eventualmente, es un hecho que las leyes de extranjería en chile son anacrónicas). Otra cosa muy diferente es el derecho que tiene una persona sobre su propiedad. El no querer arrendar a extranjeros (o en su defecto a quien quiera) no es xenofobia per se, no es un atentado a sus derechos. El foráneo simplemente puede buscar otro arrendador, es parte del mercado. Tal como es su predicamento como arrendatario si no quiere arrendar el depto de alguien que no confía o simplemente no gusta. No es una obligación de ninguno de los dos el cerrar una transacción con otro en un contexto privado. Nadie está obligado a arrendar, prestar o vender algo de su propiedad privada a alguien si no quiere.
Diferente es el caso de servicios o negocios públicos, es ilegal por ejemplo en un restaurant el negar el ingreso a alguien simplemente por ser de una minoría, por la simple razón de que el giro y patente del negocio está por ley sujetos a las leyes de discriminación. Aun así, los establecimientos comerciales pueden esgrimir su derecho a admisión en casos justificados, pero nunca en desmedro de los derechos básicos de una persona y cuando afecta a los derechos de otros (por ejemplo, en caso de ebriedad).
Todo esto es lógico, sin embargo, la reacción de las redes sociales fue en gran medida destemplada, sin detenerse a pensar en el contexto real.
Es muy fácil ser superior moralmente en redes sociales, es fácil dárselas de inclusivo cuando la pega te la consiguió papi y no está en peligro. Es re fácil ser “pro vida” cuando no tienes que enfrentar el drama de una violación de un pariente, etc.
La “superioridad moral” suele manifestarse por ignorancia y falta de empatía, de la misma forma que la discriminación, de hecho, es una forma de discriminar al resto.
El tema es que lo que tu creas es tu derecho, tal como es el derecho del otro creer otra cosa. Mientras esa creencia no ataque a otros coartando directamente un derecho básico, es cosa de cada uno.
Pero la manía de lo “políticamente correcto” automático, se está tomando las redes sociales al punto de que las cosas ni siquiera pueden ser discutidas. Cualquier cosa que no vaya con el mainstream (progre o conservador, dependiendo del contexto y de cada conjunto de contactos), está sujeto a la furibunda reacción de los más termófilos. No hay puntos medios, no hay grises, y hemos llegado al punto de que ni siquiera sabemos cuáles son las posturas correctas porque siempre hay alguien más radical que cree que tiene la superioridad moral absoluta y te lo grita en la cara, aunque en realidad no sepa un carajo de que está hablando.
“¿Comes carne? Eres un asesino de pandas
¿No comes carne, pero comes huevos? Bestia mata pollitos
¿Eres vegetariano, pero consumes leche? Desgraciado que no piensas en las vaquitas, deberías ser como yo que soy vegano estricto, me alimento por fotosíntesis.”
Siempre hay alguien que se cree moralmente superior a ti. Y normalmente lo cree por percepciones erróneas, sin conocerte realmente.
¡Xenófobo, racista, asesino, machista, feminazi, zurdo, facho pobre, defensor del patriarcado, abortista, etc!
Vivimos en el mundo según chilevision. ¡Todo está mal, todos somos unos desgraciados!
Las redes sociales dan para mucho, hoy están siendo usadas para despotricar cómodamente a salvo detrás de un teclado. Ya no existe el cuento de Pedrito y el lobo, ahora Pedrito postea en twitter o Facebook y todos salen a perseguir al lobo sin siquiera detenerse a pensar si Pedrito de nuevo se los cagó.
Recuerdo el caso hace un tiempo de una granja educativa de propiedad de amigos, un matrimonio de veterinarios muy comprometidos con el bienestar animal, además docentes, donde se recogía y cuidaba a animales viejos y dañados. Una alumna de 18 años, que no entendía nada, inventó que los animales estaban en malas condiciones solo para vengarse de una mala nota, y muchos en redes sociales prendieron de inmediato, sin tener la más mínima idea de la realidad de un emprendimiento que efectivamente hace un tremendo aporte al bienestar animal y manejado por gente permanentemente ligada a potentes acciones animalistas. Tuvimos que salir un sinnúmero de profesionales (e incluso la pdi y el sag) a defender con pruebas la granja para que los termófilos se dieran cuenta que solo habían sido engañados por una mocosa, sin medir el daño que habían provocado.
Una librería que frecuento, de gente increíblemente buena onda y buenas personas, le pidió que se retirara amablemente a un muchacho que parecía estar robando. Horas después docenas llenaron el Facebook con comentarios furibundos, sin siquiera saber que había pasado. Cualquiera que conociera a quienes atienden sabría que son gente buena, pero daba lo mismo, el tema era seguir el show.
Para que decir las miles de veces que declaraciones han sido tergiversadas o sacadas de contexto con el simple objetivo de crear animosidad, lo vemos todos los días, donde por ejemplo para varios idiotas todos los artistas son “comunistas” simplemente por tener conciencia social.
Todos los días vemos en nuestros tl posteos repitiendo falsedades, desde “Islandia es el mejor país del mundo porque…” “los profesores en japon…”, “whatsap va a empezar a cobrar…”, hasta “Juanito Pérez es un desgraciado porque…”. Nadie se detiene siquiera a hacer una búsqueda en google, nadie se detiene a pensar o discutir “¿es esto verdad?”.
Es más fácil asumir: “son todos xenófobos”, “son todos fachos”, “son todos zurdos”, etc.
Lo único que logramos es seguir polarizando una sociedad que ya no sabe ni que cresta pasa en realidad.
Estamos todos de acuerdo (o deberíamos) en que hay ciertas cosas que son claras, partiendo por el necesario respeto a los demás y a sus opiniones. También deberíamos estar claros que esas opiniones son válidas mientras no dañen a alguien, o no quieran ser impuestas a otros a la fuerza. Cada uno tiene derecho a tener la postura que quiera, por muy weona que sea, siempre que no caiga en esas dos esferas dañinas.
Cuando hay un comentario con malas palabras o eminentemente idiota per se, es fácil postear en contra, pero quizás hay que detenerse un segundo antes de postear y preguntarse: ¿Esto es tan así como lo pintan? ¿Cuál es la fuente, es fidedigna? ¿Cuál es el objetivo detrás de dar a conocer esto? ¿Si yo estuviera en el lugar de la persona, habría actuado así?
Si no puedes responder fehacientemente esas preguntas y defender tu postura con argumentos. Entonces mejor no aprietes “enviar”.